TEATRO
Os planteo la nueva actividad de la materia de taller de arte.
Hola a todos, necesito saber cuántos de vosotros visitáis el blog. Para ello tenéis que escribir en comentarios, lo que queráis, el caso es que yo vea que entráis. Lo hacéis varias veces a la semana. Espero que todos estéis bien.
Seguimos con teatro
Y utilizamos un texto fundamental de la literatura española e universal. Un fragmento de "LA CELESTINA" del autor Fernando de Rojas. 1499
El fragmento elegido es el monólogo del padre de Melibea (la protagonista) ante la muerte de su hija
Argumento de la obra:
Calisto, mozo de clase alta, se enamora de la bella Melibea. Calisto le confiesa su amor pero ella , en un principio, le rechaza. Calisto le cuenta su desgracia a su criado Sempronio y este le propone utilizar a la vieja Celestina, alcahueta ( intermediaria ) que ayuda a interceder en amores. Así lo hacen y la vieja Celestina consigue que Melibea se enamore de Calisto. Calisto promete a Celestina una cadena de oro si consigue el amor de Melibea. Como lo ha conseguido los criados de Calisto quieren su parte y se lo piden a la vieja, pero esta se niega. Los criados matan a Celestina y huyen
Calisto visita a Melibea trepando por la tapia del jardín ayudado de una cuerda. Mientras Calisto intenta subir ve que hay una pelea en la calle. Pensando que es uno de sus criados, quiere ayudar pero cae al vacío y muere. Melibea , al saberlo , sube a una torre y se arroja desde lo alto.
Su padre, Pleberio, llora la muerte de su hija
Todos vais a interpretar ese monólogo. Todos sois el padre de Melibea.
Os he dividido el monólogo y lo primero que tenéis que hacer es "traducir" al castellano actual vuestro fragmento. Durante esta semana me envías por papás vuestra traducción.
Pero lo que os tenéis que aprender de memoria es el texto tal cual aparece. Pero si no lo entendeis no lo podréis interpretar.
EL JUEVES 19 ME TENÉIS QUE ENVIAR VUESTRA "TRADUCCIÓN" . TENÉIS HASTA LAS 2.30 H DE ESE DÍA.
Pleberio.
JUAN DAVID ARÉVALO
¡Ay, ay, noble mujer! Nuestro gozo en el pozo. Nuestro bien todo es perdido. ¡No queramos más vivir! Y porque el incogitado dolor te dé más pena, todo junto sin pensarle, porque más presto vayas al sepulcro, porque no llore yo solo la pérdida dolorida de entrambos, ves allí a la que tú pariste y yo engendré, hecha pedazos. La causa supe de ella; más la he sabido por extenso de esta su triste sirvienta. Ayúdame a llorar nuestra llagada postrimería.
Ay , buena mujer, se nos fue la alegría. Lo hemos perdido todo. Para qué vivir más. Lo que no esperábamos nos ha traído la pena, porque antes nos muramos, por qué no lloré yo so lo la tristeza de nuestra muerte, ves allí a la que tu has parido y yo engendré. Ella me lo contó lo que pasaba pero más he sabido por su triste criada. Ayúdame a llorar nuestros últimos años de vida
ITZIAR
¡Oh gentes, que venís a mi dolor! ¡Oh amigos y señores, ayudadme a sentir mi pena! ¡Oh mi hija y mi bien todo! Crueldad sería que viva yo sobre ti. Más dignos eran mis sesenta años de la sepultura que tus veinte. Turbose la orden del morir con la tristeza que te aquejaba. ¡Oh mis canas, salidas para haber pesar! Mejor gozara de vosotras la tierra que de aquellos rubios cabellos que presentes veo. Fuertes días me sobran para vivir; ¿quejarme he de la muerte? ¿Incusarle he su dilación? Cuanto tiempo me dejare solo después de ti, fálteme la vida, pues me faltó tu agradable compañía.
La gente viene por mi dolor. Oh amigos y señores, no quiero consuelo.Mi hija lo era todo. Qué crueldad que yo viva más que tú.Debí morí yo con 60 años y no tú con 20 .Se equivocó el orden de morir por tu tristeza.Oh, mis canas nacidas por mi dolor. Soy yo el que tenía que haber muerto y no tú, joven. No quiero vivir más, ¿quejarme de mi muerte, por qué tarda en llegar? ¿Cuánto me queda por vivir sin ti?, ojalá me muera, pues no quiero vivir sin ti.
LORENA
¡Oh mujer mía! Levántate de sobre ella y, si alguna vida te queda, gástala conmigo en tristes gemidos, en quebrantamiento y suspirar. Y si por caso tu espíritu reposa con el suyo, si ya has dejado esta vida de dolor, ¿por qué quisiste que lo pase yo todo? En esto tenéis ventaja las hembras a los varones, que puede un gran dolor sacaros del mundo sin lo sentir o a lo menos perdéis el sentido, que es parte de descanso
¡MI mujer! Levántate de su cuerpo y si todavía te queda vida, únete a mi tristeza y a mi llanto. Y si en cambio , te has librado de vivir, ¿por qué me dejas solo?. Las mujeres tenéis en esto ventaja sobre nosotros, podéis morir de amor o enloquecer, que ayuda a seguir
JUAN DAVID ANDUJAR
. ¡Oh duro corazón de padre! ¿Cómo no te quiebras de dolor, que ya quedas sin tu amada heredera? ¿Para quién edifiqué torres? ¿Para quién adquirí honras? ¿Para quién planté árboles? ¿Para quién fabriqué navíos? ¡Oh tierra dura!, ¿cómo me sostienes? ¿Adónde hallará abrigo mi desconsolada vejez? ¡Oh fortuna variable, ministra y mayordoma de los temporales bienes!, ¿por qué no ejecutaste tu cruel ira, tus mudables ondas, en aquello que a ti es sujeto?
Oh duro corazón de padre! Por qué no te rompes de dolor ante la muerte de tu hija? ¿Para quién trabajé? ¿para quíen luché?...Oh tierra dura,¿ por qué sigo en pie? ¿a dónde voy ya viejo? ¿Quién me cuidará? La suerte que manda, ¿por qué te cebaste en mi?
ELENA
¿Por qué no destruiste mi patrimonio? ¿Por qué no quemaste mi morada? ¿Por qué no asolaste mis grandes heredamientos? Dejárasme aquella florida planta, en quien tú poder no tenías; diérasme, fortuna fluctuosa, triste la mocedad con vejez alegre, no pervirtieras la orden. Mejor sufriera persecuciones de tus engaños en la recia y robusta edad que no en la flaca postrimería. ¡Oh vida de congojas llena, de miserias acompañada!
¿Por qué no me quitaste el dinero?¿Por qué no me quitaste mi casa?¿Por qué no me dejaste en la ruina? Por qué no me diste una triste juventud y una vejez alegre?. Podría haber soportado mejor las penas cuando era joven que no ahora que soy viejo.¿ La vida está llena de penas y miserias!
CARMEN
¡Oh mundo, mundo! Muchos mucho de ti dijeron, muchos en tus cualidades metieron la mano, a diversas cosas por oídas te compararon; yo por triste experiencia lo contaré, como a quien las ventas y compras de tu engañosa feria no prósperamente sucedieron, como aquel que mucho ha hasta ahora callado tus falsas propiedades, por no encender con odio tu ira, porque no me secases sin tiempo esta flor, que este día echaste de tu poder.
Oh vida de placer, muchos pensaron que eras buena, pero yo puedo contar por mi experiencia que no es así. Eres un engaño que algunos callan para evitar tu enfado. Para evitar que te llevaras a mi hija, como has hecho hoy
MIREIA
Pues ahora sin temor, como quien no tiene qué perder, como aquel a quien tu compañía es ya enojosa, como caminante pobre, que sin temor de los crueles salteadores va cantando en alta voz.
Ya no tengo miedo, no tengo nada que perder. Ya no quiero seguir viviendo. Soy como el pobre que no tiene miedo a que le roben los ladrones.
MIRIAM
Yo pensaba en mi más tierna edad que eras y eran tus hechos regidos por algún orden; ahora visto el pro y la contra de tus bienandanzas, me pareces un laberinto de errores, un desierto espantable, una morada de fieras, juego de hombres que andan en corro, laguna llena de cieno, región llena de espinas, monte alto, campo pedregoso, prado lleno de serpientes, huerto florido y sin fruto, fuente de cuidados, río de lágrimas, mar de miserias, trabajo sin provecho, dulce ponzoña, vana esperanza, falsa alegría, verdadero dolor.
Yo pensaba de joven que la vida seguía algunas normas, pero ahora veo lo bueno y lo malo de lo que sucede y creo que todo es un laberinto sin sentido, un desierto que da miedo, una casa de fieras, un juego sin sentido, un barrizal, una zona llena de espinas, un camino difícil, lleno de serpientes, imagen bella pero falsa, río de lágrimas, penas, miseria, trabajo sin recompensa, dulce veneno, sin esperanza, falsa alegría, solo dolor
SARA
Cébasnos, mundo falso, con el manjar de tus deleites; al mejor sabor nos descubres el anzuelo: no lo podemos huir, que nos tiene ya cazadas las voluntades. Prometes mucho, nada cumples; échasnos de ti, porque no te podamos pedir que mantengas tus vanos prometimientos. Corremos por los prados de tus viciosos vicios, muy descuidados, a rienda suelta; descúbresnos la celada, cuando ya no hay lugar de volver.
La vida nos engaña con esperanzas pero enseguida vemos la trampa. No hay escapatoria. No hay nada qué hacer. Todos son promesas falsas, mejor no creerlas. Nos confiamos en las cosas buenas cuando , sin darnos cuenta de lo malo , ya no podemos remediarlo
SAMUEL
Muchos te dejaron con temor de tu arrebatado dejar: bienaventurados se llamarán, cuando vean el galardón que a este triste viejo has dado en pago de tan largo servicio. Quiébrasnos el ojo y úntasnos con consuelos el casco. Haces mal a todos, porque ningún triste se halle solo en ninguna adversidad, diciendo que es alivio a los míseros, como yo, tener compañeros en la pena. Pues desconsolado viejo, ¡qué solo estoy! Yo fui lastimado sin haber igual compañero de semejante dolor; aunque más en mi fatigada memoria revuelvo presentes y pasados.
Muchos murieron con miedo a enfadarte, qué suerte tuvieron, cuando vean el premio que a mi, ya viejo, me has dado después de intentar hacer el bien. Haznos llorar y dadnos consuelo en nuestra mente. Todo el mundo sufre, como yo, mal de muchos consuelo de tontos.Triste viejo, qué solo estoy. No hay nadie con tanta pena como la mía, por más que busco en mi memoria.
DAVID
Que si aquella severidad y paciencia de Paulo Emilio me viniere a consolar con pérdida de dos hijos muertos en siete días, diciendo que su animosidad obró que consolase él al pueblo romano y no el pueblo a él, no me satisface, que otros dos le quedaban dados en adopción. ¿Qué compañía me tendrán en mi dolor aquel Pericles, capitán ateniense, ni el fuerte Jenofonte, pues sus pérdidas fueron de hijos ausentes de sus tierras?
La paciencia y la dureza de PE al perder a sus dos hijos en 7 días y que él aceptó diciendo que era él el que debía consolar al pueblo romano y no el pueblo romano a él, no me sirve, ya que tenía otros dos hijos en adopción. Igual que Pericles y Jenofonte, que perdieron a hijos que no estaban con ellos
JORGE
Ni fue mucho no mudar su frente y tenerla serena y el otro responder al mensajero que las tristes albricias de la muerte de su hijo le venía a pedir, que no recibiese él pena, que él no sentía pesar. Que todo esto bien diferente es a mi mal. Pues menos podrás decir, mundo lleno de males, que fuimos semejantes en pérdida aquel Anaxágoras y yo, que seamos iguales en sentir y que responda yo, muerta mi amada hija, lo que él su único hijo, que dijo: como yo fuese mortal, sabía que había de morir el que yo engendraba.
Ellos no sufrieron la muerte de sus hijos.Pero yo sí. Anaxágoras sí sufrió como yo, ojalá yo pudiera responder como él que asumiò que al nacer uno debe morir
AITANA
Porque mi Melibea mató a sí misma de su voluntad a mis ojos con la gran fatiga de amor que la aquejaba; el otro matáronle en muy lícita batalla. ¡Oh incomparable pérdida! ¡Oh lastimado viejo! Que cuanto más busco consuelos, menos razón hallo para me consolar. Que si el profeta y rey David al hijo que enfermo lloraba, muerto no quiso llorar, diciendo que era casi locura llorar lo irrecuperable, quedábanle otros muchos con que soldase su llaga; y yo no lloro triste a ella muerta, pero la causa desastrada de su morir.
Porque mi Melibea se suicidó delante de mi por la pena de amor que tenía;al otro lo mataron porque se lo merecía. Qué pérdida tan grande.Pobre viejo. Qué cuánto más busco consuelo menos lo encuentro.El rey David no lloró a su hijo muerto diciendo que no tenía sentido llorar lo irrecuperable, pero él tenía muchos hijos para cubrir su pena. Yo no lloro la muerte de mi hija, lloro la causa de su muerte
ALEJANDRO
Ahora perderé contigo, mí desdichada hija, los miedos y temores que cada día me empavorecían: sola tu muerte es la que a mí me hace seguro de sospecha. ¿Qué haré cuando entre en tu cámara y retraimiento y la halle sola? ¿Qué haré de que no me respondas si te llamo? ¿Quién me podrá cubrir la gran falta que tú me haces? Ninguno perdió lo que yo el día de hoy, aunque algo conforme parecía la fuerte animosidad de Lambas de Auria, duque de los genoveses, que a su hijo herido con sus brazos desde la nao echó en la mar.
Ya he perdido como tú, hija mía, el miedo que antes me aterraba. Yo solo temía tu muerte, ¿Qué haré cuándo entre en tu habitación y la encuentre sola?¿qué haré cuándo te llame y no me respondas? ¿Quién llenará tu falta? Ninguno perdió lo que he perdido yo hoy, aunque se parezca a la tristeza de L A , duque genovés, que lanzó al mar a su hijo herido
ANTONIO
Porque todas estas son muertes que, si roban la vida, es forzado de cumplir con la fama. Pero ¿quién forzó a mi hija a morir, sino la fuerte fuerza de amor? Pues, mundo, halaguero, ¿qué remedio das a mi fatigada vejez? ¿Cómo me mandas quedar en ti, conociendo tus falacias, tus lazos, tus cadenas y redes, con que pescas nuestras flacas voluntades? ¿A dónde me pones mi hija? ¿Quién acompañará mi desacompañada morada? ¿Quién tendrá en regalos mis años que caducan?
Porque todas estas muerte se debían a su fama. Pero el amor fue lo que hizo morir a mi hija. Pues , vida, qué me regalas , qué remedio me das la mi vejez? Cómo me dejas seguir viviendo, conociendo tus mentiras, tus cadenas, tus redes, con las que nos atas? ¿A dónde te has llevado a mi hija?¿quién me acompañará en mi solitaria casa? ¿Quién me dará regalos en mis últimos años?
ARIADNA
¡Oh amor, amor! ¡Que no pensé que tenías fuerza ni poder de matar a tus sujetos! Herida fue de ti mi juventud, por medio de tus brasas pasé: ¿cómo me soltaste, para me dar la paga de la huida en mi vejez? Bien pensé que de tus lazos me había librado, cuando los cuarenta años toqué, cuando fui contento con mi conyugal compañera, cuando me vi con el fruto que me cortaste el día de hoy. No pensé que tomabas en los hijos la venganza de los padres.
Amor, amor. No pensé que serías capaz de matar a los tuyos. Amé en mi juventud, sentí la pasión del amor, ¿Por qué me abandonas, por qué te lo cobras ahora en mi vejez?.Pensé a mis cuarenta que ya me libré de ti, amor, feliz con mi mujer, cuando ahora me veo sin mi hija. No pensé que te cobrabas en los hijos el placer de los padres.
NURIA
Ni sé si hieres con hierro ni si quemas con fuego. Sana dejas la ropa; lastimas el corazón. Haces que feo amen y hermoso les parezca. ¿Quién te dio tanto poder? ¿Quién te puso nombre que no te conviene? Si amor fueses, amarías a tus sirvientes. Si los amases, no les darías pena. Si alegres viviesen, no se matarían, como ahora mi amada hija. ¿En qué pararon tus sirvientes y sus ministros? La falsa alcahueta Celestina murió a manos de los más fieles compañeros, que ella para su servicio emponzoñado jamás halló. Ellos murieron degollados. Calisto, despeñado.
NO sé si si hieres con hierro o quemas con fuego. Parece que no haces daño, pero lastimas el corazón. Engañas. ¿quien te dio tanto poder? ¿Quién te llamó amor? Si fueras
amor, amarías a los que aman. Si los amases nos les harías daño. Si alegres vivieran , no se matarían, como ahora mi querida hija. ¿Qué pensaban tus sirvientes? La Celestina murió en manos de de sus fieles compañeros, que con sus engaños jamás tuvo. Ellos murieron degolladso.Calisto, despeñado
LORENA
Mi triste hija quiso tomar la misma muerte por seguirle. Esto todo causas. Dulce nombre te dieron; amargos hechos haces. No das iguales galardones. Inicua es la Inicua es la ley, que a todos igual no es. Alegra tu sonido; entristece tu trato. Bienaventurados los que no conociste o de los que no te curaste. Dios te llamaron otros, no sé con qué error de su sentido traídos. Cata que Dios mata los que crió; tú matas los que te siguen. Enemigo de toda razón, a los que menos te sirven das mayores dones, hasta tenerlos metidos en tu congojosa danza. Enemigo de amigos, amigo de enemigos, ¿por qué te riges sin orden ni concierto?
MI hija quiso morir igual que él. El amor fue el culpable. Tienes dulce nombre pero haces cosas amargas.No eres equánime. Pareces que das felicidad pero solo entristeces. Qué suerte tuvieron los que no amaron o a los que no hiciste caso. Algunos equivocados te llamaron Dios. Matas a los que aman y a los que no aman les das lo mejor hasta que los atrapas. Eres el enemigo de los amigos y el amigo de los enemigos. ¿Por qué haces eso?
JUAN
Ciego te pintan, pobre y mozo. Pónente un arco en la mano, con que tiras a tiento; más ciegos son tus ministros, que jamás sienten ni ven el desabrido galardón que saca de tu servicio. Tu fuego es de ardiente rayo, que jamás hace señal donde llega. La leña que gasta tu llama son almas y vidas de humanas criaturas. Las cuales son tantas que de quién comenzar pueda, apenas me ocurre. No sólo de cristianos; más de gentiles y judíos y todo en pago de buenos servicios.
Dicen que el amor es ciego, pobre, joven. Te representan como a cúpido , tirando flechas con tino, pero el enamorado no ve la desgracia que le viene encima. No se sabe donde disparas, no se ve. Tus víctimas son vidas humanas, son innumerables. No distingues clases sociales.
NICOLÁS
¿Qué me dirás de aquel Macías de nuestro tiempo, cómo acabó amando, cuyo triste fin tú fuiste la causa? ¿Qué hizo por ti Paris? ¿Qué Elena? ¿Qué hizo Clitemnestra? ¿Qué Egisto? Todo el mundo lo sabe. Pues a Safo, Ariadna, Leandro, ¿qué pago les diste? Hasta David y Salomón no quisiste dejar sin pena. Por tu amistad Sansón pagó lo que mereció, por creerse de quien tú le forzaste a darle fe. Otros muchos que callo, porque tengo harto que contar en mí mal.
Qué me dices de Macías , como por amor terminó muriendo? ¿Qué hizo por ti Paris? ¿Qué Elena? ....Todo el mundo lo sabe. Lo mismo hiciste a ,,,,,,a todos les diste su desgracia. Por amor Sansón pagó lo que se mereció. por creerse el amor de quién le engaño. Hay muchos más que no digo
PELAYO
Del mundo me quejo, porque en sí me crió, porque no me dando vida, no engendrara en él a Melibea, no nacida no amara, no amando cesara mi quejosa y desconsolada postrimería. ¡Oh mi compañera buena! ¡Oh mi hija despedazada! ¿Por qué no quisiste que estorbase tu muerte? ¿Por qué no hubiste lástima de tu querida y amada madre? ¿Por qué te mostraste tan cruel con tu viejo padre? ¿Por qué me dejaste, cuando yo te había de dejar? ¿Por qué me dejaste penado? ¿Por qué me dejaste triste y solo?
Del mundo me quejo porque en él he vivido, porque si no hubiera vivido, no hubiera tenido a mi hija Melibea, si no hubiera nacido, no la habría amado, y si no la hubiera amado, no tendría mi triste vejez. MI compañera, mi hija despedazada. ¿Por qué no quisiste que evitara tu muerte? ¿Por qué no pensaste en tu madre? ¿Por qué me has dejado cuando era yo el que debía dejarte a ti? ¿Por qué me dejas así? ¿Por qué me dejas triste y solo?
Pleberio.
JUAN DAVID ARÉVALO
¡Ay, ay, noble mujer! Nuestro gozo en el pozo. Nuestro bien todo es perdido. ¡No queramos más vivir! Y porque el incogitado dolor te dé más pena, todo junto sin pensarle, porque más presto vayas al sepulcro, porque no llore yo solo la pérdida dolorida de entrambos, ves allí a la que tú pariste y yo engendré, hecha pedazos. La causa supe de ella; más la he sabido por extenso de esta su triste sirvienta. Ayúdame a llorar nuestra llagada postrimería.
Ay , buena mujer, se nos fue la alegría. Lo hemos perdido todo. Para qué vivir más. Lo que no esperábamos nos ha traído la pena, porque antes nos muramos, por qué no lloré yo so lo la tristeza de nuestra muerte, ves allí a la que tu has parido y yo engendré. Ella me lo contó lo que pasaba pero más he sabido por su triste criada. Ayúdame a llorar nuestros últimos años de vida
ITZIAR
¡Oh gentes, que venís a mi dolor! ¡Oh amigos y señores, ayudadme a sentir mi pena! ¡Oh mi hija y mi bien todo! Crueldad sería que viva yo sobre ti. Más dignos eran mis sesenta años de la sepultura que tus veinte. Turbose la orden del morir con la tristeza que te aquejaba. ¡Oh mis canas, salidas para haber pesar! Mejor gozara de vosotras la tierra que de aquellos rubios cabellos que presentes veo. Fuertes días me sobran para vivir; ¿quejarme he de la muerte? ¿Incusarle he su dilación? Cuanto tiempo me dejare solo después de ti, fálteme la vida, pues me faltó tu agradable compañía.
La gente viene por mi dolor. Oh amigos y señores, no quiero consuelo.Mi hija lo era todo. Qué crueldad que yo viva más que tú.Debí morí yo con 60 años y no tú con 20 .Se equivocó el orden de morir por tu tristeza.Oh, mis canas nacidas por mi dolor. Soy yo el que tenía que haber muerto y no tú, joven. No quiero vivir más, ¿quejarme de mi muerte, por qué tarda en llegar? ¿Cuánto me queda por vivir sin ti?, ojalá me muera, pues no quiero vivir sin ti.
LORENA
¡Oh mujer mía! Levántate de sobre ella y, si alguna vida te queda, gástala conmigo en tristes gemidos, en quebrantamiento y suspirar. Y si por caso tu espíritu reposa con el suyo, si ya has dejado esta vida de dolor, ¿por qué quisiste que lo pase yo todo? En esto tenéis ventaja las hembras a los varones, que puede un gran dolor sacaros del mundo sin lo sentir o a lo menos perdéis el sentido, que es parte de descanso
¡MI mujer! Levántate de su cuerpo y si todavía te queda vida, únete a mi tristeza y a mi llanto. Y si en cambio , te has librado de vivir, ¿por qué me dejas solo?. Las mujeres tenéis en esto ventaja sobre nosotros, podéis morir de amor o enloquecer, que ayuda a seguir
JUAN DAVID ANDUJAR
. ¡Oh duro corazón de padre! ¿Cómo no te quiebras de dolor, que ya quedas sin tu amada heredera? ¿Para quién edifiqué torres? ¿Para quién adquirí honras? ¿Para quién planté árboles? ¿Para quién fabriqué navíos? ¡Oh tierra dura!, ¿cómo me sostienes? ¿Adónde hallará abrigo mi desconsolada vejez? ¡Oh fortuna variable, ministra y mayordoma de los temporales bienes!, ¿por qué no ejecutaste tu cruel ira, tus mudables ondas, en aquello que a ti es sujeto?
Oh duro corazón de padre! Por qué no te rompes de dolor ante la muerte de tu hija? ¿Para quién trabajé? ¿para quíen luché?...Oh tierra dura,¿ por qué sigo en pie? ¿a dónde voy ya viejo? ¿Quién me cuidará? La suerte que manda, ¿por qué te cebaste en mi?
ELENA
¿Por qué no destruiste mi patrimonio? ¿Por qué no quemaste mi morada? ¿Por qué no asolaste mis grandes heredamientos? Dejárasme aquella florida planta, en quien tú poder no tenías; diérasme, fortuna fluctuosa, triste la mocedad con vejez alegre, no pervirtieras la orden. Mejor sufriera persecuciones de tus engaños en la recia y robusta edad que no en la flaca postrimería. ¡Oh vida de congojas llena, de miserias acompañada!
¿Por qué no me quitaste el dinero?¿Por qué no me quitaste mi casa?¿Por qué no me dejaste en la ruina? Por qué no me diste una triste juventud y una vejez alegre?. Podría haber soportado mejor las penas cuando era joven que no ahora que soy viejo.¿ La vida está llena de penas y miserias!
CARMEN
¡Oh mundo, mundo! Muchos mucho de ti dijeron, muchos en tus cualidades metieron la mano, a diversas cosas por oídas te compararon; yo por triste experiencia lo contaré, como a quien las ventas y compras de tu engañosa feria no prósperamente sucedieron, como aquel que mucho ha hasta ahora callado tus falsas propiedades, por no encender con odio tu ira, porque no me secases sin tiempo esta flor, que este día echaste de tu poder.
Oh vida de placer, muchos pensaron que eras buena, pero yo puedo contar por mi experiencia que no es así. Eres un engaño que algunos callan para evitar tu enfado. Para evitar que te llevaras a mi hija, como has hecho hoy
MIREIA
Pues ahora sin temor, como quien no tiene qué perder, como aquel a quien tu compañía es ya enojosa, como caminante pobre, que sin temor de los crueles salteadores va cantando en alta voz.
Ya no tengo miedo, no tengo nada que perder. Ya no quiero seguir viviendo. Soy como el pobre que no tiene miedo a que le roben los ladrones.
MIRIAM
Yo pensaba en mi más tierna edad que eras y eran tus hechos regidos por algún orden; ahora visto el pro y la contra de tus bienandanzas, me pareces un laberinto de errores, un desierto espantable, una morada de fieras, juego de hombres que andan en corro, laguna llena de cieno, región llena de espinas, monte alto, campo pedregoso, prado lleno de serpientes, huerto florido y sin fruto, fuente de cuidados, río de lágrimas, mar de miserias, trabajo sin provecho, dulce ponzoña, vana esperanza, falsa alegría, verdadero dolor.
Yo pensaba de joven que la vida seguía algunas normas, pero ahora veo lo bueno y lo malo de lo que sucede y creo que todo es un laberinto sin sentido, un desierto que da miedo, una casa de fieras, un juego sin sentido, un barrizal, una zona llena de espinas, un camino difícil, lleno de serpientes, imagen bella pero falsa, río de lágrimas, penas, miseria, trabajo sin recompensa, dulce veneno, sin esperanza, falsa alegría, solo dolor
SARA
Cébasnos, mundo falso, con el manjar de tus deleites; al mejor sabor nos descubres el anzuelo: no lo podemos huir, que nos tiene ya cazadas las voluntades. Prometes mucho, nada cumples; échasnos de ti, porque no te podamos pedir que mantengas tus vanos prometimientos. Corremos por los prados de tus viciosos vicios, muy descuidados, a rienda suelta; descúbresnos la celada, cuando ya no hay lugar de volver.
La vida nos engaña con esperanzas pero enseguida vemos la trampa. No hay escapatoria. No hay nada qué hacer. Todos son promesas falsas, mejor no creerlas. Nos confiamos en las cosas buenas cuando , sin darnos cuenta de lo malo , ya no podemos remediarlo
SAMUEL
Muchos te dejaron con temor de tu arrebatado dejar: bienaventurados se llamarán, cuando vean el galardón que a este triste viejo has dado en pago de tan largo servicio. Quiébrasnos el ojo y úntasnos con consuelos el casco. Haces mal a todos, porque ningún triste se halle solo en ninguna adversidad, diciendo que es alivio a los míseros, como yo, tener compañeros en la pena. Pues desconsolado viejo, ¡qué solo estoy! Yo fui lastimado sin haber igual compañero de semejante dolor; aunque más en mi fatigada memoria revuelvo presentes y pasados.
Muchos murieron con miedo a enfadarte, qué suerte tuvieron, cuando vean el premio que a mi, ya viejo, me has dado después de intentar hacer el bien. Haznos llorar y dadnos consuelo en nuestra mente. Todo el mundo sufre, como yo, mal de muchos consuelo de tontos.Triste viejo, qué solo estoy. No hay nadie con tanta pena como la mía, por más que busco en mi memoria.
DAVID
Que si aquella severidad y paciencia de Paulo Emilio me viniere a consolar con pérdida de dos hijos muertos en siete días, diciendo que su animosidad obró que consolase él al pueblo romano y no el pueblo a él, no me satisface, que otros dos le quedaban dados en adopción. ¿Qué compañía me tendrán en mi dolor aquel Pericles, capitán ateniense, ni el fuerte Jenofonte, pues sus pérdidas fueron de hijos ausentes de sus tierras?
La paciencia y la dureza de PE al perder a sus dos hijos en 7 días y que él aceptó diciendo que era él el que debía consolar al pueblo romano y no el pueblo romano a él, no me sirve, ya que tenía otros dos hijos en adopción. Igual que Pericles y Jenofonte, que perdieron a hijos que no estaban con ellos
JORGE
Ni fue mucho no mudar su frente y tenerla serena y el otro responder al mensajero que las tristes albricias de la muerte de su hijo le venía a pedir, que no recibiese él pena, que él no sentía pesar. Que todo esto bien diferente es a mi mal. Pues menos podrás decir, mundo lleno de males, que fuimos semejantes en pérdida aquel Anaxágoras y yo, que seamos iguales en sentir y que responda yo, muerta mi amada hija, lo que él su único hijo, que dijo: como yo fuese mortal, sabía que había de morir el que yo engendraba.
Ellos no sufrieron la muerte de sus hijos.Pero yo sí. Anaxágoras sí sufrió como yo, ojalá yo pudiera responder como él que asumiò que al nacer uno debe morir
AITANA
Porque mi Melibea mató a sí misma de su voluntad a mis ojos con la gran fatiga de amor que la aquejaba; el otro matáronle en muy lícita batalla. ¡Oh incomparable pérdida! ¡Oh lastimado viejo! Que cuanto más busco consuelos, menos razón hallo para me consolar. Que si el profeta y rey David al hijo que enfermo lloraba, muerto no quiso llorar, diciendo que era casi locura llorar lo irrecuperable, quedábanle otros muchos con que soldase su llaga; y yo no lloro triste a ella muerta, pero la causa desastrada de su morir.
Porque mi Melibea se suicidó delante de mi por la pena de amor que tenía;al otro lo mataron porque se lo merecía. Qué pérdida tan grande.Pobre viejo. Qué cuánto más busco consuelo menos lo encuentro.El rey David no lloró a su hijo muerto diciendo que no tenía sentido llorar lo irrecuperable, pero él tenía muchos hijos para cubrir su pena. Yo no lloro la muerte de mi hija, lloro la causa de su muerte
ALEJANDRO
Ahora perderé contigo, mí desdichada hija, los miedos y temores que cada día me empavorecían: sola tu muerte es la que a mí me hace seguro de sospecha. ¿Qué haré cuando entre en tu cámara y retraimiento y la halle sola? ¿Qué haré de que no me respondas si te llamo? ¿Quién me podrá cubrir la gran falta que tú me haces? Ninguno perdió lo que yo el día de hoy, aunque algo conforme parecía la fuerte animosidad de Lambas de Auria, duque de los genoveses, que a su hijo herido con sus brazos desde la nao echó en la mar.
Ya he perdido como tú, hija mía, el miedo que antes me aterraba. Yo solo temía tu muerte, ¿Qué haré cuándo entre en tu habitación y la encuentre sola?¿qué haré cuándo te llame y no me respondas? ¿Quién llenará tu falta? Ninguno perdió lo que he perdido yo hoy, aunque se parezca a la tristeza de L A , duque genovés, que lanzó al mar a su hijo herido
ANTONIO
Porque todas estas son muertes que, si roban la vida, es forzado de cumplir con la fama. Pero ¿quién forzó a mi hija a morir, sino la fuerte fuerza de amor? Pues, mundo, halaguero, ¿qué remedio das a mi fatigada vejez? ¿Cómo me mandas quedar en ti, conociendo tus falacias, tus lazos, tus cadenas y redes, con que pescas nuestras flacas voluntades? ¿A dónde me pones mi hija? ¿Quién acompañará mi desacompañada morada? ¿Quién tendrá en regalos mis años que caducan?
Porque todas estas muerte se debían a su fama. Pero el amor fue lo que hizo morir a mi hija. Pues , vida, qué me regalas , qué remedio me das la mi vejez? Cómo me dejas seguir viviendo, conociendo tus mentiras, tus cadenas, tus redes, con las que nos atas? ¿A dónde te has llevado a mi hija?¿quién me acompañará en mi solitaria casa? ¿Quién me dará regalos en mis últimos años?
ARIADNA
¡Oh amor, amor! ¡Que no pensé que tenías fuerza ni poder de matar a tus sujetos! Herida fue de ti mi juventud, por medio de tus brasas pasé: ¿cómo me soltaste, para me dar la paga de la huida en mi vejez? Bien pensé que de tus lazos me había librado, cuando los cuarenta años toqué, cuando fui contento con mi conyugal compañera, cuando me vi con el fruto que me cortaste el día de hoy. No pensé que tomabas en los hijos la venganza de los padres.
Amor, amor. No pensé que serías capaz de matar a los tuyos. Amé en mi juventud, sentí la pasión del amor, ¿Por qué me abandonas, por qué te lo cobras ahora en mi vejez?.Pensé a mis cuarenta que ya me libré de ti, amor, feliz con mi mujer, cuando ahora me veo sin mi hija. No pensé que te cobrabas en los hijos el placer de los padres.
NURIA
Ni sé si hieres con hierro ni si quemas con fuego. Sana dejas la ropa; lastimas el corazón. Haces que feo amen y hermoso les parezca. ¿Quién te dio tanto poder? ¿Quién te puso nombre que no te conviene? Si amor fueses, amarías a tus sirvientes. Si los amases, no les darías pena. Si alegres viviesen, no se matarían, como ahora mi amada hija. ¿En qué pararon tus sirvientes y sus ministros? La falsa alcahueta Celestina murió a manos de los más fieles compañeros, que ella para su servicio emponzoñado jamás halló. Ellos murieron degollados. Calisto, despeñado.
NO sé si si hieres con hierro o quemas con fuego. Parece que no haces daño, pero lastimas el corazón. Engañas. ¿quien te dio tanto poder? ¿Quién te llamó amor? Si fueras
amor, amarías a los que aman. Si los amases nos les harías daño. Si alegres vivieran , no se matarían, como ahora mi querida hija. ¿Qué pensaban tus sirvientes? La Celestina murió en manos de de sus fieles compañeros, que con sus engaños jamás tuvo. Ellos murieron degolladso.Calisto, despeñado
LORENA
Mi triste hija quiso tomar la misma muerte por seguirle. Esto todo causas. Dulce nombre te dieron; amargos hechos haces. No das iguales galardones. Inicua es la Inicua es la ley, que a todos igual no es. Alegra tu sonido; entristece tu trato. Bienaventurados los que no conociste o de los que no te curaste. Dios te llamaron otros, no sé con qué error de su sentido traídos. Cata que Dios mata los que crió; tú matas los que te siguen. Enemigo de toda razón, a los que menos te sirven das mayores dones, hasta tenerlos metidos en tu congojosa danza. Enemigo de amigos, amigo de enemigos, ¿por qué te riges sin orden ni concierto?
MI hija quiso morir igual que él. El amor fue el culpable. Tienes dulce nombre pero haces cosas amargas.No eres equánime. Pareces que das felicidad pero solo entristeces. Qué suerte tuvieron los que no amaron o a los que no hiciste caso. Algunos equivocados te llamaron Dios. Matas a los que aman y a los que no aman les das lo mejor hasta que los atrapas. Eres el enemigo de los amigos y el amigo de los enemigos. ¿Por qué haces eso?
JUAN
Ciego te pintan, pobre y mozo. Pónente un arco en la mano, con que tiras a tiento; más ciegos son tus ministros, que jamás sienten ni ven el desabrido galardón que saca de tu servicio. Tu fuego es de ardiente rayo, que jamás hace señal donde llega. La leña que gasta tu llama son almas y vidas de humanas criaturas. Las cuales son tantas que de quién comenzar pueda, apenas me ocurre. No sólo de cristianos; más de gentiles y judíos y todo en pago de buenos servicios.
Dicen que el amor es ciego, pobre, joven. Te representan como a cúpido , tirando flechas con tino, pero el enamorado no ve la desgracia que le viene encima. No se sabe donde disparas, no se ve. Tus víctimas son vidas humanas, son innumerables. No distingues clases sociales.
NICOLÁS
¿Qué me dirás de aquel Macías de nuestro tiempo, cómo acabó amando, cuyo triste fin tú fuiste la causa? ¿Qué hizo por ti Paris? ¿Qué Elena? ¿Qué hizo Clitemnestra? ¿Qué Egisto? Todo el mundo lo sabe. Pues a Safo, Ariadna, Leandro, ¿qué pago les diste? Hasta David y Salomón no quisiste dejar sin pena. Por tu amistad Sansón pagó lo que mereció, por creerse de quien tú le forzaste a darle fe. Otros muchos que callo, porque tengo harto que contar en mí mal.
Qué me dices de Macías , como por amor terminó muriendo? ¿Qué hizo por ti Paris? ¿Qué Elena? ....Todo el mundo lo sabe. Lo mismo hiciste a ,,,,,,a todos les diste su desgracia. Por amor Sansón pagó lo que se mereció. por creerse el amor de quién le engaño. Hay muchos más que no digo
PELAYO
Del mundo me quejo, porque en sí me crió, porque no me dando vida, no engendrara en él a Melibea, no nacida no amara, no amando cesara mi quejosa y desconsolada postrimería. ¡Oh mi compañera buena! ¡Oh mi hija despedazada! ¿Por qué no quisiste que estorbase tu muerte? ¿Por qué no hubiste lástima de tu querida y amada madre? ¿Por qué te mostraste tan cruel con tu viejo padre? ¿Por qué me dejaste, cuando yo te había de dejar? ¿Por qué me dejaste penado? ¿Por qué me dejaste triste y solo?
Del mundo me quejo porque en él he vivido, porque si no hubiera vivido, no hubiera tenido a mi hija Melibea, si no hubiera nacido, no la habría amado, y si no la hubiera amado, no tendría mi triste vejez. MI compañera, mi hija despedazada. ¿Por qué no quisiste que evitara tu muerte? ¿Por qué no pensaste en tu madre? ¿Por qué me has dejado cuando era yo el que debía dejarte a ti? ¿Por qué me dejas así? ¿Por qué me dejas triste y solo?
ç
Os envío el video del trabajo de teatro que realizaron los alumnos de Taeller de arte del curso pasado.
En esta ocasión interpretan todos un fragmento de la obra teatral FUENTEOVEJUNA.
Todos hacen de todos los personajes.
El argumento de la obra y en especial de este fragmento es la violación de Laurencia, violada por el comendador.
Es el momento en que Laurencia entra en una reunión de los hombres de Fuenteovejuna que están reunidos para ver qué hacer contra el comendador.
Laurencia entra golpeada ( de ahí las camisetas rotas y manchadas) echando en cara a los hombres del pueblo, entre ellos a su padre, que no han sabido defenderla.
Laurencia levantará a todos contra el comendador.
La escena la repetimos dos veces.
En la primera parte las chicas hacen de chicas y en la segunda los chicos se ponen las camisetas rotas para hacer de chicas dando a entender que todos podemos ser víctimas de la opresión del poderoso .
¿Qué os parece?
Hola a todos, necesito saber cuántos de vosotros visitáis el blog. Para ello tenéis que escribir en comentarios, lo que queráis, el caso es que yo vea que entráis. Lo hacéis varias veces a la semana. Espero que todos estéis bien.
Buenas tardes Sagrario, me preguntaba que cómo tenemos que hacer lo del teatro ahora que no podemos representar la obra???
ResponderEliminarSolo se me ocurre que os grabéis en vídeo vuestra parte y lo mandéis al correo
ResponderEliminar